lunes, 6 de marzo de 2017

CIENTÍFICOS   MEXICANOS    FAMOSOS

Dr. Francisco Bolivar Zapata 



Nació en la ciudad de México en 1948. Doctor en Química por la UNAM, institución en la que es profesor e Investigador Emérito. Director fundador en 1982 del Centro de Investigación sobre Ingeniería Genética y Biotecnología de la UNAM. En 1991, la UNAM transformó a este Centro en el Instituto de Biotecnología y Bolívar fue nombrado su primer Director, cargo que ocupó hasta 1997. Ese año fue designado Coordinador de la Investigación Científica de la UNAM, puesto que ocupó por tres años. 
En el período 1996-2000 fungió como Vicepresidente y Presidente de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC). Asimismo, fue miembro de la Junta Directiva de la UAM de 1997 a 2005 así como integrante de la Junta Gobierno de la UNAM de 2002 a marzo de 2012. También perteneció a la Junta de Gobierno de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos de 2009 a 2012.
Su trabajo de investigación y desarrollo tecnológico es pionero a nivel internacional en el área de la biología molecular y la biotecnología, en particular en el aislamiento, caracterización y manipulación de genes en microorganismos. Bolívar Zapata fue miembro de un grupo de investigadores que en San Francisco, EUA, lograron por primera vez en 1977 a nivel mundial, la producción en bacterias por técnicas de ingeniería genética de proteínas transgénicas idénticas a las humanas, como la insulina que se utiliza clínicamente para contender con la diabetes. Además, su trabajo en el área de la ingeniería de vías metabólicas en microorganismos, es también pionero en el propósito de la modificación genética y de la fisiología bacteriana, para el diseño y la optimización de microorganismos productores de metabolitos y proteínas de interés social y comercial.

El Dr. Bolívar cuenta con más de 240 publicaciones citadas más de 14,500 veces en la literatura mundial, incluyendo aquí 850 citas en 330 libros de texto y especializados. Ha dirigido más de 65 tesis, siendo la mayoría de posgrado; muchos de sus alumnos son profesores-investigadores y técnicos en instituciones nacionales e internacionales. Ha escrito y editado libros de divulgación y opinión, incluyendo cinco tomos de su obra científica como miembro de El Colegio Nacional.
Ha realizado numerosas intervenciones ante el Congreso de la Unión y ante la Presidencia de la República, en defensa y promoción de la ciencia, de la tecnología, de la universidad pública y de la biotecnología.

Ha recibido varias distinciones y premios, entre los que destacan: En 1982, el Premio Investigación en Ciencias Naturales, que otorga la AMC. En 1988, el Premio Manuel Noriega en Ciencia y Tecnología, que otorga la OEA. En 1990, el Premio Universidad Nacional. En 1991, el Premio Príncipe de Asturias en Investigación Científica y Técnica, que otorga en España la Fundación Príncipe de Asturias. En 1992, el Premio Nacional de Ciencias y Artes, que otorga el Gobierno de la República. En 1997, el Premio TWAS en el área de la Biología que otorga, en Italia, la Third World Academy of Sciences. La Universidad de Lieja, Bélgica, la Universidad Autónoma Metropolitana, el Colegio de Postgraduados y la Universidad Autónoma del Estado de Morelos le han otorgado doctorados Honoris causa. Desde septiembre de 2012 el Auditorio del Instituto de Biotecnología de la unam lleva el nombre de “Dr. Francisco G. Bolívar Zapata”. En 2015, la Asociación Nacional de Fabricantes de Medicamentos (ANAFAM) le otorgó un reconocimiento por su contribución al conocimiento y desarrollo de la biotecnología y de la industria farmacéutica en México. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores desde 1984 y en 2014 fue designado investigador emérito del SNI. Es miembro de El Colegio Nacional desde 1994. Desde 2007 es miembro de la Junta de Gobierno  del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT). Es Coordinador del Comité de Biotecnología de la Academia Mexicana de Ciencias, desde su creación en el año 2000.
En septiembre de 2012, el entonces Presidente electo Enrique Peña Nieto designó al Dr. Bolívar como el Coordinador del ramo de Ciencia, Tecnología e Innovación del Equipo de Transición.

En abril de 2013, el Presidente Peña Nieto nombró a Francisco Bolívar Coordinador de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Oficina de la Presidencia de la República. Francisco Bolívar renunció a este cargo en septiembre de 2015.


Jose  Mario Molina


(Ciudad de México, 1943) Científico mexicano especializado en química atmosférica que investigó los efectos dañinos de los CFC sobre la capa de ozono. De la trascendencia de sus estudios dan fe la firma en 1994 de un protocolo internacional que prohibió la fabricación de CFC y el premio Nobel de química que le fue otorgado en 1995. Mario Molina es, asimismo, una de las figuras más representativas de aquel sector de la comunidad científica comprometido en causas medioambientales como la lucha contra la contaminación.
Durante la década de 1960 cursó estudios en la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México. Realizó estudios de postgrado en Alemania, y obtuvo el doctorado en la Universidad de California, Berkeley, en 1972. Vinculado al Instituto Tecnológico de Massachussets desde 1989, adquirió la ciudadanía estadounidense y fue nombrado profesor titular en 1997.
Además de su trabajo docente, realizó una fructífera labor de investigación, interesándose, sobre todo, por el problema ambiental. Molina se convirtió en un científico renombrado por sus contribuciones al conocimiento de la naturaleza química de la atmósfera terrestre, en particular de la estratosfera. Fue uno de los primeros científicos en alertar al mundo sobre el peligro que representan para la capa de ozono los clorofluorocarbonos (CFC) empleados en aerosoles, refrigerantes y solventes, tanto de uso industrial como doméstico.
Molina y su colega estadounidense F. Sherwood Rowland no se limitaron a señalar el adelgazamiento de la capa de ozono sobre la Antártida. En 1974 divulgaron sus teorías en un artículo en la revista Nature. Para los investigadores, los clorofluorocarbonos (CFC), que se habían estado utilizando desde 1940 en aplicaciones como las citadas, estaban destruyendo la capa de ozono estratosférico. Tal capa protege a los seres vivos de los letales rayos ultravioleta provenientes del Sol, lo que justificaba la alarma y la necesidad de tomar medidas. Sin embargo, sus advertencias fueron en aquel momento menospreciadas y consideradas excesivas por un sector de investigadores.
Desde 1974 divulgó sus descubrimientos sobre esta materia y asesoró a empresas e instituciones públicas y privadas. Puesto que su descubrimiento afectaba intereses de poderosas compañías químicas, Molina y Rowland tuvieron que defender su teoría ante la sociedad y los políticos. Al final, las grandes empresas fabricantes de esta "sustancia maravillosa", como llegó a ser considerada por su estabilidad química, reconocieron el hecho.
En 1994 se firmó un protocolo en Montreal: las naciones fabricantes de CFC se comprometían a detener la producción y a sustituirlo por otros compuestos menos dañinos para el ambiente. En 1995, la Real Academia Sueca otorgó a Mario Molina el premio Nobel de química por sus trabajos de química atmosférica, galardón que compartió con F. Sherwood Rowland y con el neerlandés Paul Crutzen. Éste último había descrito en 1970, de forma independiente y complementaria, los efectos destructivos sobre la capa de ozono de los gases contaminantes. El mismo año en que recibieron el Nobel, el Programa de la ONU para el Medio Ambiente (UNEP) premió también a los tres científicos por su contribución a la protección de la capa de ozono.

Guillermo Gonzalez Camarena


Guillermo González Camarena llegó al mundo el 17 de febrero de 1917 en la ciudad de Guadalajara, Jalisco. Sus padres fueron Arturo González y Sara Camarena.

Contaba dos años de edad cuando sus padres se trasladaron a la Ciudad de México y se instalaron en la colonia Juárez, en donde transcurrió la mayor parte de la vida de Guillermo.

A la edad de 7 años se divertía fabricando todo tipo de juguetes movidos por electricidad… Todos sus domingos se los gastaba en pilas y focos, con los que se pasaba la mayor parte de su tiempo, entregado a su pasión, la cual era tan grande que se consagró por sí mismo a esos estudios y a la edad de 12 años construyó su primer transmisor de radioaficionado.

Para el año de 1930 se inscribió en la Escuela de Ingenieros Mecánicos Electricistas e ingresó a trabajar en la estación de radio de la Secretaría de Educación.

En 1932 obtuvo su licencia de operador de radio en la Secretaría de Gobernación, lo cual le dio acceso al laboratorio, en donde se encerraba para realizar sus experimentos de radioaficionado, además de que contaba ya con los ingresos necesarios para montar su propio laboratorio en casa…

Y ese mismo año, cuando contaba 15 años de edad, Guillermo construyó su primera cámara de televisión con piezas de radios descompuestos. Una vez que tenía su equipo se le ocurrió que mejoraría mucho si hubiera una televisión a color, así que se dio a la tarea de desarrollar el sistema tricromático secuencial de campos.

La construcción de su invento se veía como una misión imposible, pues las piezas que requería no sólo eran difíciles de conseguir, sino que su precio era muy elevado, pero él no se desanimó, pues sabía que, con el mismo ingenio con el que había transformado radios inservibles en una cámara de televisión, podría arreglárselas para cristalizar su proyecto.

Además, en el proceso su situación económica mejoró, gracias a que, además de concentrarse en sus estudios en electrónica, también había dejado fluir su inspiración musical para componer el éxito “Río Colorado”, canción que fue muy bien aceptada por el público y le generó regalías suficientes para cubrir los gastos del desarrollo de su idea.

Fue en el año de 1939 cuando presentó su flamante aparato de televisión a color, en su misma casa, ante el asombro de todos los asistentes, y para el 19 de agosto de 1940, a sus escasos 23 años de edad, se le otorgó la patente de su “sistema tricromático de secuencia de campos, utilizando los colores primarios, rojo, verde y azul, para la captación y reproducción de las imágenes” por parte de México y Estados Unidos.

A partir de entonces su vida cambió por completo, ya que su invento empezó a cobrar fama en Estados Unidos y el resto del mundo, lo cual no sólo le trajo satisfacciones, sino también muchos tragos amargos, debido a varios procesos legales que tuvo que seguir contra personas que pretendían robar sus ideas. Sucedió también que recibió muchas ofertas de estadounidenses que querían comprar su patente, y que cada vez le ofrecían más, hasta alcanzar cantidades estratosféricas, pero Guillermo las rechazó todas, argumentando que prefería ser pobre a que su patente se fuera al extranjero.

A finales de 1940 ingresó a trabajar a la radioemisora de la XEW como operador de estudios, y al año siguiente fue nombrado jefe de operadores de la XEQ y XEW.

Para 1942 perfeccionó su cámara y consiguió transmitir a distancia desde su laboratorio en forma experimental con las siglas XE1-GC en el canal 5.

El 27 de febrero de 1945, el Ing. González Camarena fue designado por la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas para elaborar un estudio sobre las unidades de referencia para los distintos sistemas de comunicaciones eléctricas para mejorar el sistema de transmisiones por radio en cadena nacional, y el 6 de marzo de 1946 obtuvo de la misma entidad un permiso para sus laboratorios Gon-Cam para operar globos meteorológicos dentro de la Ciudad de México, con el propósito de estudiar la forma de reflejar las señales de televisión a lugares más distantes.

Para el 7 de septiembre de 1946, cuando contaba 29 años de edad, el Ing. Guillermo González Camarena inauguró oficialmente su primera estación experimental de televisión en México con equipo diseñado y construido por él mismo, la cual se identificaba con las siglas XEHGC Canal 5.

Un año después, en octubre de 1947, fue invitado por el Presidente de la República Mexicana, Lic. Miguel Alemán Valdés, a realizar un viaje a Estados Unidos y Europa para que, junto con el Instituto Nacional de Bellas Artes, emprendiera un estudio mundial sobre los distintos sistemas de televisión que comenzaban a surgir y determinara así las normas de funcionamiento y operación para la implantación comercial de la televisión mexicana.

En el año de 1949 presentó la televisión a colores durante la 9a. Asamblea de Cirujanos, como un instrumento esencial para la enseñanza de la Medicina, lo cual representó un gran paso en el desarrollo de esta ciencia.

El 25 de febrero de 1950 fue comisionado para que, en coordinación con la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, elaborara las disposiciones legales que regularizarían el funcionamiento y operación de radiodifusoras, televisoras, frecuencia modulada, onda corta, onda larga y radio facsímile de la República Mexicana.

Ese mismo año fue honrado con un reconocimiento internacional por sus conocimientos en electrónica, especialmente en televisión. A raíz de esto, la Universidad Columbia College de Chicago, Illinois, le encargó la fabricación de varios equipos de televisión a color para sus laboratorios, con lo que enorgulleció a nuestro país con la exportación de tecnología hecha en México.

Más tarde, esta misma universidad le otorgó el título de Catedrático Honoris Causa, el 25 de agosto de 1950.

El 10 de mayo de 1952 inauguró comercialmente su estación televisora XHGC Canal 5 (GC por las iniciales de sus apellidos) con equipo diseñado y construido por él mismo, en una transmisión a control remoto del Festival Excélsior del Día de las Madres.

En septiembre de 1954 la Universidad Columbia College de Los Ángeles, California, le otorgó el título de Doctor en Ciencias, el cual no se había concedido en Estados Unidos desde 1890, por lo que fue una vez más motivo de gran orgullo para nuestro país. 

El 30 de marzo de 1957 el ahora Dr. González Camarena fue condecorado en su estado natal, Jalisco, con la insignia Mariano Bárcena y fue proclamado Hijo Predilecto de Jalisco.

Al año siguiente, 1958, Guillermo patentó un nuevo invento que complementaba y mejoraba su televisión a color, con lo que mejoraba considerablemente la fidelidad de la imagen, a la vez que abarataba la captación de los programas…

Y el 27 de marzo de 1960 patentó el caleidoscopio, que permitía generar efectos luminosos a color para aplicarlos en televisión.

En el mes de abril de 1961 realizó una presentación de los avances de su televisión a color durante la 5a. convención de la National Advertasing Broadcasters, en donde catalogaron a su sistema como la innovación más sobresaliente del año, y lo llamaron: "Psycho-Psychological Color Television".

El 20 de octubre de 1962 el Dr. González Camarena patentó un nuevo invento: el sistema bicolor simplificado para la televisión a colores, que es el que actualmente se aplica en los televisores contemporáneos.

Este invento fue tan revolucionario que el despacho del inventor se inundó de felicitaciones provenientes de todo el mundo, de entre las que destacaba al del Presidente de la República Mexicana, Lic. Adolfo López Mateos, quien señalaba que su valiosa aportación científica a la televisión mundial era un claro ejemplo de la alta capacidad de los mexicanos.

En junio de 1964 el Ing. Guillermo González Camarena consiguió un objetivo largamente perseguido: que se le concediera la fábrica mexicana de televisores Majestic para su control y operación, con lo que podría producir en masa televisores a color hechos en México. Esta concesión se la debió a otro gran mexicano, don Emilio Azcárraga Vidaurreta, quien le proporcionó siempre todo su apoyo moral y económico, convencido del profundo valor social y humanístico de la obra del genio mexicano.

El 5 de abril de 1965 fue nombrado Consejero de la Dirección General de Educación Audiovisual por la Secretaría de Educación Pública, con lo que tuvo a su alcance la realización de otro de sus sueños: que la televisión sirviera también para la enseñanza. Así, puso a la televisión al servicio de la educación y, en coordinación con la Secretaría, puso en marcha ambiciosos proyectos de docencia, de entre los que destaca la Telesecundaria.

Su carrera iba de mejor en mejor, alcanzando objetivos cada vez más elevados, pero lamentablemente las tragedias no respetan nada y llegan justo cuando menos se les espera, como el 18 de abril de 1965, cuando el Dr. Guillermo González Camarena, que entonces contaba 48 años de edad, regresaba de inspeccionar un transmisor en el Cerro de las Lajas, Veracruz, y sufrió un accidente automovilístico que le costó la vida…

Fue así como México –y el mundo– perdió a un gran hombre, quien le dio a la humanidad uno de los más bellos regalos: la televisión a colores, y no sólo eso, sino que aun tuvo tiempo en su fructífera existencia de obsequiar al mundo con bella música de su inspiración, en su faceta de compositor.

El 18 de abril de 1970 se instituyó el “día del técnico de la televisión”, que a partir de entonces se celebra cada año en memoria del Dr. e Ing. Guillermo González Camarena, pionero de la televisión mundial.

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